EDITORIAL DICIEMBRE 2020

Que le den bien dado al 2020. Welcome 2021.
Inevitablemente llega esta época y yo hago balance del año, no sé si os pasará. Hago recuento de lo bueno, de lo malo y de lo regular.
Inevitablemente llega esta época y yo hago balance del año, no sé si os pasará. Hago recuento de lo bueno, de lo malo y de lo regular.
A lo largo de la historia nos encontramos con exigencias que seguro que a los comunistas de pro que sufrimos les parecen sectarias y xenófobas.
Mi hija mayor, Minimaca, tenía que hacer un ensayo sobre si todas las opiniones son respetables o no. Imaginaos nuestra cara, medio levantando una ceja, ¿es pregunta trampa? ¿Tu profesora es roja? Nunca sabes con estos profesores de ahora. "Todas las opiniones son respetables, menos las de los chavistas comunistas que nos gobiernan", esa fue mi respuesta. Obviamente no me hizo caso, porque no tiene claro de qué pie cojea su profesora. Pues mejor que no lea mis editoriales, porque si no, no aprueba ni en 2026.
Mientras en Italia votan y deciden si reducen el número de diputados, en España estamos inmersos en la segunda ola. Nuestro querido Presidente, en vez de surfear esa ola, está haciendo que nos pase por encima como un tsunami.
En el S. XIX, el dramaturgo francés Victorien Sardou dio a un mendigo una moneda de diez céntimos. El pobre se enfadó ante lo exiguo de la limosna y le dijo desafiante:
¿Qué quiere usted que haga con esto?
Puedo sugerirle que dé esa moneda a un pobre —le contestó Sardou.